Durante las diferentes crisis que afectan a los pueblos a lo largo de su historia, las Ollas Comunes se han levantado de forma orgánica e instantánea para sostener la necesidad básica del alimento entre vecinas, vecinos, pobladores y trabajadores.

Históricamente las Ollas Comunes han sido levantadas y sostenidas por mujeres, quienes se encargan de la recolección, manipulación, planificación e higiene respecto de las comidas a preparar, apoyando a familias vecinas a tener alimento diario en sus mesas, instancia cargada de solidaridad y subsistencia de los territorios. 

En el contexto de hoy con la crisis desatada por la pandemia y las medidas restrictivas de movilización de los diferentes países, las Ollas Comunes vuelven a aparecer en los territorios, recuperando antiguas recetas y formas de vincularse con el alimento, articulando a su vez espacios de intercambio de saberes y apoyo mutuo al interior de las comunidades.

¿De qué trata la iniciativa?

La Olla Común de Villa San Juan tiene como objetivo asegurar la alimentación de las familias del A.H. Villa San Juan en San Juan de Miraflores, Lima, en tiempos de crisis, permitiendo difundir tradiciones ancestrales debido a la confluencia tanto de personas de diferentes zonas del país, como moradores de la comunidad.

Historia de la Villa 

Villa San Juan es una comunidad con 20 años de historia. Se llama así por semejanza con el nombre del distrito, San Juan de Miraflores ubicado en la ciudad de Lima, Perú.

En el 2010, por problemas de terrenos, parte de las familias se separaron y conformaron otra comunidad. Así se conformó Villa San Juan y Villa San Juan II.

En la actualidad, en Villa San Juan viven 120 familias cuyos orígenes están en la Sierra Central del Perú (Junín, Huancavelica y Ayacucho) y en la Selva (Loreto principalmente).

¿Dónde nos ubicamos?

San juan de Miraflores, Lima, Perú

¿Quiénes somos?

La comunidad está conformada por 120 familias que hacen un total de 472 personas. El 52% del total de habitantes en Villa San Juan son mujeres (245) mientras que el total de hombres representan el 48% (227). La iniciativa partió de las mujeres de la comunidad, quienes tomaron el liderazgo de formar y llevar a cabo una olla comunitaria bajo el consenso de todos/as.

Testimonios:

“Acá en la Olla Común Villa San Juan, gracias al apoyo de Ibercocinas me he sentido importante, importante porque a raíz de las conversaciones y capacitaciones que hemos tenido he podido saber y valorar los propios conocimientos que yo tengo para poder dar una mano y ayudar a los que más lo necesitan en este lugar. También interactuar con las señoritas de méxico y otros países me hace saber que no estamos tan solas en este mundo, así que muchas gracias a todos los que me han hecho sentir importante  ” Edith Obregón.

”Bueno, yo me siento feliz y contenta de pertenecer a la Olla Comunitaria Villa San Juan. Ibercocinas nos apoyó bastante, pero como dicen no solo debemos recibir sino también dar. A nosotros nos enseñaron que debemos “pescar” no “darnos el pescado”, es por eso que hoy en día nosotras estamos emprendiendo con nuestra repostería para sostener nuestra olla común y salir adelante no siempre pidiendo ayuda sino que nosotros mismos queriendo dar, para que la olla común crezca más de lo que está. Muchas gracias” Celia Cainicela 

“Ante todo agradecer a Ibercocinas por darnos la oportunidad y ayudarnos a nosotras que como jóvenes estamos emprendiendo por ejemplo en repostería. Yo me siento muy feliz porque me siento útil al aprender, experimentar y también trabajar con las madres en lo que estamos emprendiendo. Agradezco mucho por el apoyo que nos han brindado” Edith Bastidas

¿Qué logramos con el apoyo de Ibercocinas?

Con la olla comunitaria se proyectó que se preparen 130 raciones, lo que beneficia a un aproximado de 40 familias.

Todo esto haciendo en un presupuesto de gastos como el siguiente:

• Habilitación de la cocina: Se instaló un sistema de agua básico, una cocina a gas industrial, un refrigerador, ollas, utensilios de cocina, un mueble almacén y una mesa. 
• Adquisición de materiales de bioseguridad:  Se adquirieron materiales esenciales para el funcionamiento de la cocina para el personal cooperante como lo fue dos cajas de 50 unidades de mascarillas, una caja de gorros de cocina, mandiles y pediluvio.
• Abastecimiento de alimentos: Conseguir todo lo necesario en alimentos para la preparación de las comidas para las 40 familias de la comunidad.
• Abastecimiento de productos de limpieza: Cumplir con lo establecido por la normativa promulgada por el Ministerio de Salud del Perú y su Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA). 
• Logramos la adquisición de diferentes activos como: Batidora industrial, Balones de gas, Mesa de acero, Tanque de agua 1100 Lts.

Además, junto con los activos adquiridos gracias al apoyo de Ibercocinas, la iniciativa se visibilizó y surgieron donaciones particulares, entre ellas una cocina industrial de acero y un horno industrial, lo cual dió impulso a un Taller de Repostería con el fin de continuar generando ingresos que permitan la permanencia de la Olla Común sin la necesidad de donaciones, al cual asistió la Alcaldesa del distrito quien se comprometió a apoyar la iniciativa. 

También se realizó el “Taller Productivo de Celia” en el cual Celia enseña recetas de repostería a niñas y niños quienes llevan al taller sus propios materiales para luego llevarse a sus casas lo preparado y compartir con sus familias. Este taller se genera a cambio de un pequeño aporte que cuando suma a varios niños son un apoyo a la economía de Celia.

¿Qué beneficios trajo a la comunidad el Fondo Iberococinas?

• De manera directa se beneficiaron 40 familias de la comunidad a través de la implementación de una cocina que les permita producir y distribuir alimentos de culturas ancestrales de una manera digna.
• El capital inicial dado por el fondo brinda un soporte para que ocurra un espacio de aprendizaje que a futuro pueda traducirse en un comedor popular.
• Se ha establecido un sistema de rotación por turnos, en el que las vecinas Celia y Edith tienen el rol de liderar la organización de la olla común en el cual dan instrucciones y enseñan la preparación de los platos  a cinco vecinas/os por turno que van rotando por día. 
• Se fomentó la implementación de este sistema de transmisión del saber ancestral culinario a las nuevas generaciones en más comunidades, apuntando a tener un efecto multiplicador en la región.
• Dar soporte a las familias que se encuentran en desempleo, brindándoles alimentos a precios accesibles y permitiéndoles usar ese tiempo en búsqueda de empleo.
• Fortalecimiento de  los lazos de comunidad y sus capacidades organizativas.

¿Cómo se proyecta a futuro?

Inicialmente trabajará con la organización no gubernamental “Un Techo Para Mi País Perú -TECHO”, quienes desarrollan proyectos comunitarios junto con los miembros de la comunidad mediante una mesa de trabajo conjunta, donde con las 10 comunidades aledañas y posteriormente a las más de 30 comunidades con las que TECHO trabaja en el distrito de San Juan de Miraflores; a su vez TECHO realizará campañas de difusión en sus redes sociales para que este proyecto pueda ser replicado por otras organizaciones sociales en las comunidades en que tengan acción.